lunes, 28 de febrero de 2011

Tollan-Xicocotitlan, capital de los toltecas,



Tollan-Xicocotitlan, capital de los toltecas,
 ruinas de Tollan-Xicocotitlan













Tollan-Xicocotitlan
Tollan-Xicocotitlan (náhuatl: Tōllan-Xīcocotitlan ['toː.ɬan ʃiː.ko.ko.'ti.t͡ɬan], 'Lugar de tules-Cerca del lugar de los jicotes' ‘Gran Ciudad cerca del cerro Xicoco ’) —Conocida como Tula, forma castellanizada de Tōllan— fue la capital del estado tolteca, que se desarrolló en el centro de México durante el período posclásico temprano de Mesoamérica. En esta ciudad estaba asentado el principal poder político de los valles de México y Puebla-Tlaxcala entre los siglos X y XII de nuestra era. Su influencia alcanzaba lugares tan distantes como la península de Yucatán, El Salvador y Nicaragua. No debe confundirse con el sitio mitológico denominado Tōllan, cuya identificación con Tollan-Xicocotitlan ha sido puesta en duda en textos recientes.

estado de Hidalgo
Los restos de esta ciudad precolombina se localizan en el municipio de Tula de Allende, al sur del estado de Hidalgo (México), y forman parte del actual Parque Nacional de Tula.
Tollan-Xicocotitlan se localiza en un valle de clima templado, irrigado por el río Tula.  El centro de la ciudad precolombina se ubicó muy cerca de la confluencia de este río con el Rosas. Algunos rasgos importantes del relieve de la región son los cerros Magoni, Xicuco, Moctezuma, Bojay y la sierra de Tezontlalpa. Se ha señalado que para cuando los grupos que dieron origen a la cultura tolteca, la región estaba poblada por otomíes, grupo étnico que actualmente constituye el principal elemento demográfico indígena en la zona, y del que sobreviven gran cantidad de topónimos en la región de Tula.

La región donde se edificó la capital tolteca tiene un clima semiseco. Sin embargo, la presencia del río Tula permitió el desarrollo de una agricultura productiva. Por otra parte, la ciudad estaba ubicada, de modo estratégico, en medio de yacimientos de obsidiana (como la Sierra de las Navajas), de alabastro y otros minerales. Por su posición geográfica, Tollan-Xicocotitlan se convirtió en un importante nodo de las rutas de la turquesa, proveniente del Norte de Mesoamérica, y de la región de Cañón del Chaco (en el actual territorio de Nuevo México).

arte en la ciudad de tula,

Las primeras evidencias de la ocupación del emplazamiento de Tollan-Xococotitlan corresponden al final del Período Clásico Temprano (ss. II-VIII d.C.).
Fue durante la Fase Tollan cuando la ciudad tuvo su mayor apogeo. Durante esta época se construyó un nuevo centro cívico-religioso. Este corresponde al llamado Tula Grande, que reprodujo la distribución de los edificios de Tula Chico, que no volvió a ser ocupado nuevamente como centro administrativo. A lo largo de la fase Tollan, la ciudad de Tollan-Xicocotitlan ocupó la posición como principal centro político, militar y comercial del centro de Mesoamérica. La tolteca se convirtió en una sociedad multiétnica, que desarrolló expresiones artísticas particulares a partir de la integración de elementos culturales provenientes de diversas regiones de Mesoamérica. El gran poder de la élite de Tollan-Xicocotitlan le permitió importar productos preciosos, como la turquesa oasisamericana o productos de cerámica de lugares tan distantes como Nicoya (Costa Rica).

 la figura de la Serpiente Emplumada 
El ocaso de Tollan-Xicocotitlan inicia hacia mediadios del siglo XII, y es un proceso que coincide con la llamada Fase Fuego. Durante los dos siglos que duró esta etapa de la historia precolombina de la ciudad, fueron destruidos los edificios principales del centro administrativo. Es probable que las razones de este proceso de declinación fueran de orden interno, así como otros factores externos. La caída de la capital tolteca estuvo asociada con el agotamiento de un sistema político ampliamente extendido en Mesoamérica durante el florecimiento de la ciudad, donde la asociación entre la Tollan mítica y la figura de la Serpiente Emplumada sirvieron como medio de legitimación de la élite hegemónica en varias partes del territorio actual de México y Centroamérica. En Tula, esto se tradujo en una serie de disputas entre grupos que pugnaban por la dominación de la ciudad, lo que terminó arruinándola. Los restos de uno de los edificios más importantes, el Palacio Quemado, toman su nombre actual de los indicios arqueológicos que prueban que fue incendiado.
Los toltecas (náhuatl: tōltēcah; '[maestros] constructores'), fueron los miembros de una cultura precolombina que dominó la mayor parte del centro de México entre los siglos X y XII. Su lengua, el náhuatl, también fue hablado por los aztecas. Mucho de lo que se conoce de los toltecas está envuelto en mitos.

influencia en los mayas
Si bien es cierto que los toltecas tuvieron una gran influencia entre los mayas, no está comprobado que hubiera una presencia militar en la península de Yucatán. Ni viceversa, aunque algunos autores pensaron que Tula había sido fundada por mayas de Yucatán.
De lo que si se puede hablar es de una gran influencia comercial, política-religiosa en la zona al grado que se ve reflejada básicamente en la arquitectura de muchas estructuras como son el Castillo, el Templo de los Guerreros de una fusión estilo Pucc (seguramente influenciada por Uxmal) con diseño tolteca así como de la presencia del chac-mool típico de Tula. La incursión de Quetzalcóatl como deidad es otro elemento tolteca importante reflejado en Kukulkán entre los mayas.


escritor Carlos Castaneda
Tuvieron mucho talento para construir. Su influencia se extendió a la mayor parte de Mesoamérica en el período Posclásico. Los toltecas (o, algunos dicen, una versión ficcionalizada de ellos) se han hecho famosos en las décadas pasadas a través del escritor Carlos Castaneda.
Entre los pueblos nahuas de la época de la conquista, la palabra tolteca significaba alguien sabio que dominaba las artes y artesanías. Y la palabra toltequidad equivalía a lo que llamaríamos, alta cultura.
En 1941, un grupo de antropólogos mexicanos designó a la ciudad de Tula, en el estado de Hidalgo, como Tollan, la mítica capital de los Toltecas, pero algunos arqueólogos, como Laurette Séjourné criticaron la decisión, señalando que después de varias etapas de excavación no se había revelado una ciudad suficiente para justificar la leyenda de los toltecas, señalando que el origen de Tollan y de la leyenda debería ubicarse en Teotihuacan, siendo el pueblo de Tula uno de los refugios de los sobrevivientes de Teotihuacan y por ello se ostentaban como Toltecas.

ceramica tolteca
Los toltecas fueron un pueblo nómada que también habrían incluido a los antepasados de los chichimecas. Los toltecas conquistaron la ciudad de Teotihuacan en el año 750 d.c aprox. y luego asentaron su población y su cultura. Ellos se establecieron en la meseta central (en la zona que ahora abarcan los Estados mexicanos de Tlaxcala, Hidalgo, México, Morelos y Puebla). Donde una casta militar reemplazaría a los religiosos en la administración formándose un gobierno militarista.

Una prueba de la hegemonia cultural se refleja en la cerámica de Mayapán y Matlazinca con símbolos utilizados por los tolecas que se encontraron en lugares muy lejanos de su territorio como en Costa Rica.

Su capital, Tollan-Xicocotitlan, sería conquistada por los Chichimeca en el año 1168 D.c.

restos de Tula
Los restos de Tollan-Xicocotitlan constituyen la zona arqueológica de Tula, a unos diez minutos en autobús desde el centro de Tula de Allende. A su vez, el yacimiento arqueológico forma parte del Parque Nacional Tula, que es un área natural protegida. Dos son los complejos arquitectónicos que constituyen el principal atractivo de Tula. El más importante es el conocido como Tula Grande, que comprende las estructuras mayores de la ciudad, correspondientes a la Fase Tollan. Tula Chico se localiza a kilómetro y medio cinco al noreste, y está integrado por una plaza y otros edificios que fueron el núcleo a partir del cual creció la capital de los toltecas. Otros conjuntos explorados en la zona arqueológica son El Cielito y La Salitrera, así como algunas secciones de la zona habitacional destinada a las clases bajas de la sociedad tolteca.

plataforma norte
Chico fue el núcleo a partir del cual se desarrolló la ciudad de Tollan-Xicocotitlan. Su desarrollo está relacionado con la cultura Coyotlatelco —documentada también en Teotihuacan por la misma época—, que parece haber sido originada por la incorporación de ciertos rasgos de los pueblos del Norte de Mesoamérica en la cultura de los habitantes del Centro. Algunos de estos elementos incluyen cierta iconografía alusiva a dioses celestes y la manufactura de una cerámica radicalmente novedosa en las poblaciones del sur de la Altiplanicie Mexicana.
El conjunto arquitectónico de Tula Chico tiene su origen en el Epiclásico, cuando Tollan era una pequeña ciudad de hasta seis kilómetros de superficie. Tula Chico posee una plaza alrededor de la que se encuentran distribuidos los principales edificios del conjunto. La Plataforma Norte alberga las dos principales edificaciones religiosas, conocidas como Pirámides Este y Oeste. Además, esta plataforma contiene los restos de una sala hipóstila que guarda semejanza con el Palacio Quemado de Tula Grande. Tanto en las salas de la Plataforma Norte como en las de la Plataforma Este se han encontrado relieves que probablemente representen a los nobles de la ciudad, muertos en batalla. Estos monumentos se muestran evidencia de que la ocupación de Tula Chico concluyó con la destrucción del conjunto por incendio hacia hacia el final del Epiclásico (s. IX d. C.)

el Palacio Quemado
La construcción de un segundo complejo monumental —conocido como Tula Grande— implicó la introducción de ciertas innovaciones arquitectónicas desconocidas en Mesoamérica. Aunque los dos edificios más sobresalientes del conjunto siguen el modelo clásico de las plataformas pirámidales compuestas por módulos superpuestos de talud-tablero, otros presentan elementos que no eran muy comunes en Mesoamérica antes del apogeo de la cultura tolteca.
Por ejemplo, el Palacio Quemado e incluso el templo que coronaba la Pirámide B, son ambas construcciones cuyos techos eran sostenidos por pilares. Las columnatas eran prácticamente desconocidas en el Centro de Mesoamérica antes del siglo IX, pero eran comunes en las construcciones mayas así como en el Norte, según muestran los restos de La Quemada. Las columnas de las construcciones de Tula Grande son de dos tipos: unas eran confeccionadas con mampostería —como en el caso del Palacio Quemado—, y las otras, mediante la superposición de grandes módulos de roca —como las columnas serpentinas y los Atlantes de la Pirámide B—.

complejo de tula,

Chichén Itzá
Los toltecas también emplearon clavos arquitectónicos en sus construcciones. Ejemplo de ello es la Pirámide C de Tula Grande, cuya superficie, despojada de sus revestimientos, muestran la presencia de unas salientes de piedra que debieron servir para sostener los tableros labrados que la recubrieron. Son tantas las similitudes entre la disposición urbanística de Tula Grande y Chichén Itzá, tantos los elementos iconográficos que comparten ambas metrópolis contemporáneas, que desde las exploraciones de Désiré Charnay en el siglo XIX ha tenido un lugar sobre la naturaleza de la relación entre la capital de los toltecas y la ciudad yucateca.

Tlahuizcalpantecuhtli 
La más conocida de las edificaciones de Tula Grande es la Pirámide B o de Tlahuizcalpantecuhtli —una de las advocaciones de Quetzalcóatl, dios tutelar de la ciudad de Tollan-Xicocotitlan—. Se trata de una plataforma compuesta por cinco cuerpos trunco-piramidales, en cuya cima se encuentran los llamados Atlantes de Tula. La mayor parte de las esculturas que coronan este edificio fueron halladas durante la temporada de investigaciones encabezada por Jorge Acosta y su equipo en 1941. Este edificio es de suma importancia puesto que en él se encuentra la más antigua de las representaciones de Tezcatlipoca en el Altiplano Central mexicano, lo que da prueba del origen nahua del culto a esta deidad. La construcción de la Pirámide B de Tula Grande debió iniciar en la Fase Tollan (ss. IX-XII d. C.) Tras el incendio que puso fin al primer asentamiento de Tula Chico, que como se ha dicho está relacionado con el Epiclásico del Centro de México y la difusión de la cerámica Coyotlatelco en la región.

Los Atlantes de Tula
En la parte superior de la plataforma debió existir un templo, como lo muestran las esculturas que coronan la pirámide desde su restauración. Los Atlantes de Tula, cuatro esculturas emblemáticas de la zona arqueológica, son representaciones de guerreros toltecas, ataviados con un pectoral de mariposa, átlatl, dardos, un cuchillo de pedernal y un arma curva que es muy característica de las representaciones guerreras de la cultura tolteca. Otros elementos arquitectónico-iconográficos de esta construcción son muestra de la relación de este edificio con el culto a Quetzalcóatl. Por ejemplo, las llamadas columnas serpentinas están decoradas por una serpiente emplumada, que tal era el significado del nombre de Quetzalcóatl. Por otra parte, las Pilastras —ubicadas una detrás de cada uno de los Atlantes— contienen representaciones que parecen alusivas al enfrentamiento entre Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, su eterno rival de acuerdo con la mitología nahua. En la Pilastra 3, hay representaciones de dos personajes ataviados de guerreros, que portan símbolos distintivos de Tezcatlipoca y Quetzalcóatl. Sobre este último se encuentra una representación de Tláloc, señor de la lluvia

El Coatepantli 
El Coatepantli (náhuatl: cóatl-pantli, 'serpiente-pared' ‘Muro de las Serpientes’) es un muro que rodea el recinto sagrado de Tollan-Xicocotitlan. Los restos de este muro se encuentran en la parte trasera de la Pirámide B, y separan a esta plataforma del Juego de Pelota 1, el mejor conservado de la ciudad. Como su nombre lo indica, el Cotepantli está dominado por las representaciones de serpientes. De las fauces de estos animales, asoman esqueletos. Acompañan esta procesión de serpientes los relieves de águilas y jaguares que son alusivos de la actividad militar mesoamericanos. El Cotepantli estaba coronado por caracolas de piedra estilizadas. Estos motivos están asociados con el dios Quetzalcóatl, en su advocación de Ehécatl, señor del viento.
Como elemento arquitectónico, la presencia del Coatepantli en Tula Grande es otra innovación en el diseño urbanístico de la metrópoli militar del Estado tolteca. Siglos más tarde, este elemento se repetirá en el diseño de las ciudades de Tenayucan (en el actual estado de México, capital de un importante señorío teochichimeca) y México-Tenochtitlan.

Désiré Charnay 
Uno de los temas más controversiales en los que tenga parte la antigua capital tolteca es el de su relación con Chichén Itzá. Las similitudes entre ambas ciudades han llevado a plantear diversas hipótesis acerca de la naturaleza de los vínculos entre ambas, aunque ninguna cuenta con el completo apoyo de los especialistas en la materia. Fue Désiré Charnay quien por primera vez advirtió que la disposición de las plazas principales de Tula y Chichén era bastante parecida. Se le debe a él la hipótesis más conocida —desechada en la actualidad— según la cual, la ciudad maya del Puuc fue fundada por los toltecas. Esto era coherente con el mito de la expulsión de Quetzalcóatl de la ciudad de Tollan, a la que se dio en identificar con Tollan-Xicocotitlan.
Una hipótesis contraria —igualmente desechada— sostenía que los mayas penetraron al Altiplano antes del apogeo de Tula. Linda Manzanilla y Leonardo López Luján sostienen en su Atlas (1999) que los nonoalcas son originarios de la costa tabasqueña del golfo de México, que en tiempos precolombinos como en la actualidad fue ocupado por grupos mayenses. Esto parece muy probable, en tanto que la presencia de grupos mayanizados en el Centro de México está documentada en el Epiclásico en sitios como Xochicalco (Valle de Morelos) o Cacaxtla (Valle de Puebla-Tlaxcala); amén de la naturaleza multiétnica de las ciudades del Posclásico Temprano en el que floreció Tula, aunque el papel que los grupos provenientes del Área Maya en el florecimiento de Tollan-Xicocotitlan no parece ser muy claro para los especialistas.

Chichén Itzá,similitud con tula
Aunque Wigberto Moreno (1941) y Nigel Davies (1977) señalan que la Tollan de las fuentes históricas indígenas de las que se rescató la leyenda de Quetzalcóatl era la misma ciudad de Tollan-Xicocotitlan —identificación realizada con base en la descripción del entorno geográfico de la ciudad—, López Austin y López Luján (2001) y Florescano han señalado que no hay bases suficientes para afirmar que la leyenda de la huida de Quetzalcóatl de Tollan haya tenido como escenario la ciudad tolteca. Desde su posición, tampoco se puede sostener que haya sido el mismo Quetzalcóatl (Kukulcán para los mayas) quien, en compañía de sus desterrados seguidores, fundará la capital itzá. Los dos primeros investigadores afirman que las semejanzas entre Tula y Chichén Itzá son el resultado de la difusión de un fenómeno político, social y cultural al que llamaron zuyuanidad.

tula ,similitud con Chichén Itzá


 El mito de Quetzalcóatl, desde esta perspectiva, habría servido tanto en Tula como en Chichén Itzá, como un discurso de legitimación del poder político de las élites locales, en el marco de unas metrópolis con una alta diversidad étnica. El mismo fenómeno habría sido experimentado en la Mixteca, donde Ocho Venado apela claramente a su relación con la Serpiente Emplumada como hijo del sacerdote de su templo en Tilantongo. De ahí que las constantes referencias a Quetzalcóatl y las similitudes arquitectónicas entre Tula y Chichén Itzá pudieran tener como telón de fondo, de acuerdo con los autores de Mito y realidad de Zuyuá, una intencionalidad más bien geopolítica.

Quetzalcóatl
Desde sus orígenes, la ciudad fue asentamiento de grupos migrantes, como los tolteca-chichimecas y los nonoalca-chichimecas, quienes se disputaron el control político y económico de la región. Hubo también la presencia de otros grupos que dejaron constancia de su paso por Tula y que posteriormente se trasladaron hacia otras partes de Mesoamérica, como lo indican las frecuentes remodelaciones y ampliaciones de las construcciones.
Uno de los elementos más significativos de la historia de la gran Tollan Xicocotitlan es el culto al dios Quetzalcóatl, en su advocación como Serpiente Emplumada, en su transformación en Tlahuizcalpantecuhtli o Lucero del Alba, o como Ehécatl, dios del viento, todos asociados a una gran riqueza iconográfica que se refleja en el centro cívico y religioso de Tula Grande y en el edificio conocido como el Corral. Otra de las deidades sobresalientes a las que se les rindió culto fue a Tláloc, quien, además de estar frecuentemente representado en lápidas que adornan los edificios, se encuentra en vasijas de cerámicas

La civilización tolteca decayó en el siglo XII, cuando los chichimecas, junto con otros pueblos indígenas, invadieron el valle central y saquearon Tula. Los toltecas del sur fueron absorbidos por los mayas, a los que habían conquistado anteriormente. Hacia el siglo XIII la caída de Tula y del poder tolteca abrió el camino para la ascensión de los aztecas.

Tollan-Xicocotitlan


Fuente:

No hay comentarios:

Publicar un comentario