miércoles, 10 de agosto de 2011

El polizón que descubrió el océano pacifico,


El polizón que descubrió el océano pacifico,



El océano Pacífico es el mayor océano de la Tierra, ocupa la tercera parte de su superficie. Se extiende aproximadamente 15.000 km desde el mar de Bering y en el Ártico por el norte, hasta los márgenes congelados del mar de Ross en la Antártida por el sur. Alcanza su mayor ancho (del orden de 19.800 km) aproximadamente a 5 grados de latitud norte, extendiéndose desde Indonesia hasta la costa de Colombia. El límite occidental del océano es puesto a menudo en el estrecho de Malaca.
El Pacífico contiene aproximadamente 25.000 islas (más que todos los demás océanos del mundo juntos), casi todas las cuales están ubicadas al sur de la línea del Ecuador. El Pacífico cubre un área de 165.700.000 km2. El punto más bajo de la superficie de la corteza terrestre, la fosa de las Marianas, se encuentra en el Pacífico.
El océano Pacífico solo se comunica con el océano Atlántico a través de tres conexiones: una es artificial: el canal de Panamá, y las restantes son pasos naturales en el extremo austral americano: el Estrecho de Magallanes y el Pasaje de Drake.

El primer europeo que contempló la inmensidad del océano Pacífico desde la orilla americana fue el hidalgo y explorador español Vasco Núñez de Balboa, quien el día 25 de septiembre de 1513 después de haber tomado posesión de sus aguas en nombre de los reyes de Castilla, le otorgó el nombre de mar del Sur a la enorme extensión de agua que miró desde una cumbre ubicada en el istmo de Panamá.
El explorador portugués Fernando de Magallanes durante su expedición alrededor del mundo al servicio de la Corona de España, nombró a este océano pacífico pues durante la mayoría de su viaje desde el estrecho de Magallanes hasta las Filipinas, lo encontró en calma. Sin embargo, el Pacífico no siempre hace honor a su nombre, pues a menudo los tifones, los huracanes y los sismos golpean las islas de este océano y los litorales continentales.

En 1498, los reyes permitieron a cualquier ciudadano explorar las nuevas tierras descubiertas por Colón. Alonso de Ojeda, acompañado de Juan de la Cosa y Américo Vespucio, fue el primero en aprovechar el permiso real en 1499, iniciando los Viajes Menores que exploran el litoral americano, la Tierra Firme, desde Brasil a Panamá y demuestran que se trata de un nuevo continente entre Europa y Asia.

Tierra Firme fue el término con el que se designó en principio, y para distinguirlas de las islas antillanas, a las tierras del continente americano más próximas al mar Caribe; en especial a la costa norte de Sudamérica, desde el río Orinoco hasta el istmo de Panamá, descubiertas y conquistadas por españoles desde la primera mitad del siglo XVI. Más tarde hizo referencia a toda la zona continental del Caribe en general. Desde principios del siglo XVI Tierra Firme fue el centro desde donde se gobernaba Castilla del Oro. La denominación del reino de Tierra Firme quedó restringida desde 1563 al límite jurisdiccional de la Audiencia de Panamá.

El territorio de Tierra Firme se dividió en dos gobernaciones: Nueva Andalucía (costa atlántica de Colombia), encomendada a Alonso de Ojeda, y Castilla del Oro (Panamá), encomendada a Diego de Nicuesa. La colonización de estas dos gobernaciones fracasó y los supervivientes se refugiaron en el golfo de Darién, fundando Santa María de la Antigua del Darién (1510), en el litoral oeste del golfo de Urabá, cerca de la frontera con Panamá. Esta llamada ciudad o simple campamento fue el primer asentamiento europeo del continente americano. Fundada por Martín Fernández de Enciso el 25 de diciembre de 1510 a sugerencia de Vasco Núñez de Balboa, recibió su nombre en homenaje a la imagen venerada en Sevilla (España), añadiéndose 'del Darién' para rememorar la comarca de su ubicación.

Dos años después de su fundación, vivían en Santa María de la Antigua del Darién unos trescientos españoles desmoralizados y mal avituallados por la incapacidad de sus dirigentes. Un grupo de ellos se rebela contra Nicuesa y nombra alcalde a Vasco Núñez de Balboa, un lugarteniente de Ojeda. Surgiría así el primer gran jefe que iba a producir la sociedad de la frontera y que sería, con Hernán Cortés, uno de los conquistadores con más tacto y talento político. Desde este asentamiento, Núñez de Balboa exploró el territorio hacia el oeste, atravesó el istmo de Panamá y descubrió el océano Pacífico, al que llamó mar del Sur (1513) por encontrarlo en dirección de este punto cardinal
Decubrimiento del oceano pacifico,

Balboa escondía un secreto sueño: quería llegar a la costa occidental porque había logrado informarse de que allí la tierra que supuestamente lo separaba del “otro mar" era escasa y angosta.
En 1511 partió con 100 hombres. En Careta trabó relación con los indios e incluso el cacique se convirtió al cristianismo y entregó a su joven hija a Balboa. Siguió la avanzada por tierras cada vez más tropicales y complejas. Toparon con otra aldea donde el jefe los recibió amablemente, luciendo corona de oro, rodeado de sus hijos y los atendió con manjares y bebidas fermentadas. Uno de los hijos del cacique advirtió la extraña mirada de los visitantes a todo lo que relucía y les regaló adornos de oro, lo que provocó la pérdida total de la compostura de los españoles que se trenzaron en furiosa pelea.

El cacique entonces —como ocurriría muchas otras veces— les señaló a lo lejos, lo más lejos posible, una tierra colmada de oro. Y les aseguró que detrás de las montañas, hacia el sur del istmo, yacía un inmenso mar quieto, donde desembocaban ríos de oro y sus playas estaban cubiertas de perlas.
Vasco Núñez de Balboa regresó a la base y se reorganizó. Reemprendió la búsqueda. Cruzó selvas intrincadas, espesura entramada, humedad permanente, tropezó con alimañas, insectos, pájaros gritones, todo siempre en la casi permanente oscuridad verde de la jungla tropical. Pero a medida que avanzaban la vegetación era menos densa. Comenzaron a trepar. La tierra se elevaba y hacía más claro el día. Cuando Vasco vio la cima de la montaña, ordenó que sus 66 hombres lo esperaran. Subió solo. Allí arriba finalmente, con sus ojos desmesurados, la boca entreabierta y las manos crispadas, divisó el Mar del Sur. Quieto. Inmenso. Infinito. Era septiembre de 1513. Había llegado a lo que luego Magallanes llamada con más precisión Océano Pacífico.

Vasco había escuchado por primera vez el nombre de un mágico imperio, llamado Pirá. Encontrarían las islas de las perlas. Esta hazaña rindió una fortuna para el contingente que naturalmente repartió Balboa, separando la parte de la Corona y luego la del capitán y finalmente, la de los miembros de la delegación, por panes iguales, aunque una parte fue para Leoncico, el perro más rico del Nuevo Mundo, cuyos caninos bienes administraría el propio Núñez de Balboa.
La aventura de Balboa terminada con acusaciones de traición, crímenes contra los indios y conspiración contra la Corona. El 15 de enero de 1517 Vasco Núñez de Balboa fue decapitado en la plaza pública. Cuando su cabeza comenzó a rodar, sus ojos permanecieron abiertos, enormes, desmesurados, incrédulos, angustiados. Otra vez estaban viendo el infinito.

Quien fue este explorador,
Vasco Núñez de Balboa era un hidalgo extremeño y pobre que había viajado mucho por el Caribe y se había cargado de deudas en la Española. Bajo su influencia, un grupo destituyó en Santa María de la Antigua a sus jefes y los envió a Santo Domingo, nombrando a Balboa para sustituirles en 1511.
«El nuevo líder no exigió a los indios tributo alguno, ni tampoco trabajo forzoso; cuidó de disciplinar y contener a sus hombres, sin repetir ninguna de las crueldades y horrores que había visto cometer a sus compatriotas en las Antillas. Usó la fuerza para imponerse a los jefes nativos, mas tan pronto lo aceptaron como a jefe más capaz y poderoso, Balboa les prometió amistad, y cumplió siempre sus promesas. Respetó las estructuras sociales y políticas de los nativos; incluso los puso en paz, mediando como árbitro paciente y hábil en las hasta entonces allí frecuentes disputas y luchas entre caciques –nombre que en algunos lugares del Caribe daban los indios a sus señores, y que los castellanos extenderían a toda Mesoamérica para designar a los jefes de comunidades indígenas.

Balboa exploró la cuenca del Río Atrato hacia el Sur, en busca del origen de las piezas de oro labrado que se hallaban en la costa. Hacia el Oeste, atravesó el istmo de Panamá, descubriendo el océano Pacífico o mar del Sur (1513). Sentó las bases de una colonia de conquista en la que los castellanos empezaron a vivir sobre el terreno como minoría militar dominante y parásita, más sin perturbar apreciablemente la vida política, económica, social y cultural de los nativos.

Balboa escribió al rey dando cuenta de sus éxitos, pero en la Corte no consideraron a un pobre advenedizo ni capaz ni digno de consolidar su propia obra; por ello fue nombrado gobernador y capitán general de Castilla del Oro un anciano aristócrata, duro, envidioso y absolutamente ignorante del mundo en el que iba a actuar: Pedrarias Dávila. Dado que los méritos de Balboa no podían ser desconocidos, un poco tardíamente se le nombró adelantado del Mar del Sur y gobernador de los territorios de Coiba y Panamá; fue algo que Pedrarias no pudo encajar nunca; en enero de 1919 y tras una apariencia de proceso legal, Balboa acabó siendo degollado junto a cinco de sus compañeros. Y éste sería el fin del primer gran líder surgido en la frontera del Caribe.»
La Leyes Nuevas de 1542 declaraban la encomienda a extinguir tras la muerte del encomendero, es decir, del primer beneficiario. La encomienda no se podría dejar en herencia a la descendencia. Estas leyes abolían prácticamente la esclavitud de los indígenas y los liberaban de la servidumbre personal. A la muerte del encomendero o primer beneficiario, los indígenas a su servicio pasarían a depender directamente de la monarquía castellana.

Su muerte
En 1511, Balboa obtuvo el cargo de gobernador; movido por el propósito de descubrir el mar del que hablaban los indígenas, se internó en el continente y el 25 de septiembre de 1513 culminó una de las mayores hazañas de la conquista española de América, el descubrimiento del Mar del Sur, nombre que dieron entonces al océano Pacífico.
Tras la llegada de Pedrarias Dávila, el nuevo gobernador, Balboa conservó los cargos de adelantado de la Mar del Sur y gobernador de Panamá y Coiba, y emprendió la exploración de la costa pacífica. Al tener noticias de que su suegro iba a ser sustituido, regresó a Acla para prestarle apoyo, pero Pedrarias lo acusó de conspirar contra la Corona, y el descubridor fue juzgado, condenado a muerte y ejecutado en Acla.
Asi se acabo la vida de este personaje, que descubrio el mayor océano de la Tierra




Fuentes:

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