miércoles, 14 de septiembre de 2011

Siracusa, la ciudad de los tiranos,


Siracusa, la ciudad de los tiranos,



Siracusa (Συρακοσαι) fue la ciudad griega más importante de Sicilia, en la costa oriental de la isla entre Catania y el cabo Pachynus.

Sicilia, isla situada al sur de la península itálica, fue para los
griegos una tierra de oportunidades. La zona donde se localiza
fue la primera que se abrió al fenómeno de la colonización en el
Mediterráneo a partir del siglo VIII a.C. Los griegos fundaron
ciudades, con Siracusa a la cabeza, que adquirieron una
importancia decisiva en los campos político, militar, económico
y cultural. Aún hoy se pueden admirar los espléndidos templos
de Selinunte o Segesta, que evocan la edad de oro de la
civilización griega en Sicilia, en el siglo V a.C. Una época de
esplendor que estuvo marcada por constantes guerras y por las
figuras de tiranos como Dionisio de Siracusa. En un principio,
fue la falta de tierras y las deudas que aquejaban a muchos
griegos lo que les impulsó a cruzar el mar Jónico para fundar en
Sicilia numerosas colonias que pronto alcanzaron una gran
prosperidad.

Siracusa fue fundada en el 734 adC por colonos griegos provenientes de Corinto, quienes la llamaron Sirako ("pantano"). Existe otra teoría que afirma que el nombre no es de procedencia griega. Muy pronto Siracusa se extendió sobre tierra firme y fundó a su vez otras colonias; bajo el mando de Ierone, venció a los etruscos en Cuma (474 adC).

Fue la segunda colonia griega establecida en la isla después de Naxos. Fue una colonia corintia fundada por Arquías, hijo de Evágetes, de la familia de los baquiadas, originario de Corinto, que se tuvo que expatriar. La fundación fue el año 734 a. C. y se inició en la isla de Ortigia (Ortygia). La llamaron Sirako ("pantano"). Existe otra teoría que afirma que el nombre no es de procedencia griega sino fenicia, cuya traducción aproximada sería "roca de las gaviotas".


La ciudad fue consagrada a Artemisa (uno de sus sobrenombres era Ortigia) y tomó el nombre de una laguna o marisma que se llamaba Syraco (nombre indígena), en los alrededores.
Fue la ciudad donde nació y murió Arquímedes, ingeniero y matemático. Arquímedes era hijo del astrónomo Fidias.
Pronto adquirió prosperidad y fundó colonias: Acres (Acrae) en el 664 a. C., Casmenes (Casmenae) el 644 a. C., y Camarina en el 599 a. C. Esta última fue destruida sólo 46 años después de su fundación.
Tucídides dice que el 648 a. C. fue expulsado de la ciudad un grupo conocido como los milétidas (myletidae) que se exiliaron y fundaron Hímera. También Aristóteles habla de disputas internas, pero no se puede establecer a qué época pertenecen.


Según el historiador Tucídides, a mediados del siglo VIII a.C. una
expedición procedente de Eubea fundó las colonias de Naxos,
Catana (actual Catania) y Leontinos (actual Lentini). Hacia el 735
a.C. los corintios fundaron Siracusa, mientras que los
megarenses establecieron Mégara Hiblea, asentamiento que
cerca de un siglo más tarde sería el origen, a su vez, de la
subcolonia de Selinunte. Los griegos convivieron pacíficamente
con parte de la población autóctona, aunque en algunos lugares,
como es el caso de la ciudad de Siracusa, la redujeron
prácticamente a un estado de esclavitud. Sin embargo, el gran
peligro al que los griegos siciliotas se tuvieron que enfrentar fue
al de sus propios tiranos y al de los cartagineses. En el 397 a.C.
el tirano de Siracusa, Dionisio el Viejo, asedió y ocupó la colonia
fenicia de Motia, la ciudad emblema de Cartago en la isla y una
de las plazas mejor fortificadas de la época. La armada
cartaginesa respondió poniendo a cerco a la propia Siracusa. Ni
griegos ni cartagineses acabarían adueñándose de la isla. Entre
los años 264-241 a.C. ésta sería el escenario de la primera
guerra púnica. Roma acabaría tomando el control de la isla.

La tiranía (del griego τυραννία), en el sentido que se dio al término en la Grecia antigua, era el régimen de poder absoluto, de ordinario unipersonal, que con frecuencia instauraba el tirano, aquel o aquellos que habían derrocado el gobierno de una ciudad-estado, normalmente gracias al apoyo popular, pero también mediante un golpe de estado militar o una intervención extranjera. Así, el tirano ocupaba el poder no por derecho, sino por la fuerza. Para la mentalidad moderna, la tiranía se identifica con un uso abusivo y cruel del poder político que se ha usurpado, pero entre los antiguos griegos, sin embargo, el término no estaba tan cargado de connotaciones peyorativas, y a menudo tenía mucho que ver con la demagogia y el populismo. Para los griegos incluso el término tuvo en principio una connotación positiva y muchos tiranos eran queridos y muy populares entre los ciudadanos de las polis, la metrópolis y las menores que eran administradas por éstas. Con el tiempo las tiranías se convirtieron en un sistema político muy recurrente por autoritaristas que se apoyaban en la nobleza de la ciudad para hacerse con el poder, momento en el cual empezó a odiarse e identificarse con la tiranía moderna.

Dionisio I o también Dionisio I el Viejo (griego antiguo Διονύσιος, Dionýsios), (c. 430-367 a. C.), fue tirano de Siracusa (405-367 a. C.)

En 406 a. C., los cartagineses, bajo el mando de Aníbal Magón y de Himilcón, intentaron dominar la totalidad de Sicilia y tomaron Agrigento, abandonada por sus defensores. Un joven siciliano de 25 años, Dionisio, aprovechó la indignación general para darse a conocer.
Timeo de Tauromenio le describe grande, rubio y pecoso. Para algunos autores, descendía de una familia nobiliaria, según otros eran de baja extracción social — lugar común de la literatura contra los tiranos. La primera hipótesis parece la más verosímil, tanto más cuando Dionisio era familiar del estratego Hermócrates y, según Cicerón, había recibido una buena educación.


En la asamblea siracusana, Dionisio reclamó la condena inmediata y sin juicio de los generales responsables de la caída de Agrigento. La propuesta era ilegal y le fue impuesta una multa, que enseguida fue pagada por Filisto, uno de sus ricos amigos. Dionisio pudo hacer uso de la palabra y convenció al pueblo: los estrategos fueron destituidos y un nuevo colegio fue nombrado en su lugar entre los que figuró Dionisio.
Enseguida, hizo llamar a los ciudadanos desterrados durante el golpe de estado de Hermócrates. Enviado a Gela para parar el avance cartaginés, estableció una alianza con el lacedemonios  Deixipo, comandante de una guarnición de las proximidades. Se volvió también popular apoderándose y revendiendo los bienes de los ricos. El dinero le permitió aumentar el sueldo de sus soldados.


Con los cartagineses repelidos, el tirano aumentó su influencia hasta las islas del Adriático y la costa italiana.
A partir de este momento logró extender su poder por el sur de la Magna Grecia, dejando incluso sentir su influencia sobre Epiro.
En 386 a. C. capturó Regio luego de un prolongado asalto, y vendió a sus habitantes como esclavos. Se unió a los ilirios en el intento de saquear el templo de Apolo de Delfos, saqueó el templo de Caere (que en ese entonces estaba aliada con Roma) en la costa etrusca, y fundó varias colonias militares en el mar Adriático. Durante la Guerra del Peloponeso apoyó al bando espartano y los ayudó enviándoles mercenarios.
De esta forma Siracusa alcanzó su máximo momento de esplendor, en torno al año 385 a. C. Su poder le permitió ayudar a su aliada Esparta en las guerras contra Antigua Atenas.


En 385 a. C., los habitantes de Molosia fueron atacados por ilirios instigados y ayudados por Dionisio para colocar en el trono a Alcetas (quien estaba exiliado y refugiado en Siracusa). Dionisio planeaba controlar todo el mar Jónico. Esparta intervino tan pronto como tuvo conocimiento de los hechos y expulsaron a los ilirios, quienes eran dirigidos por Bardilis I. Pese a tener la ayuda de 2000 hoplitas griegos y 500 armaduras griegas, los ilirios fueron derrotados por los espartanos bajo el mando de Agesilao II, aunque no sin antes causar estragos en la región y asesinar a 15.000 molosos. Dionisio había fracasado.
La guerra contra Cartago estalló de nuevo entre 383 y 378 a. C. y también en 368 a. C., sin cambios territoriales significativos.
Dionisio murió en 367 a. C. (un año después de su derrota en Lilibea), víctima de los abusos en un banquete (posiblemente envenenado)


Hay una leyenda famosa de esta epoca, que se llama la espada de Damocles,

Damocles es un personaje que aparece en una sola anécdota moral que fue una adición tardía a la cultura griega clásica.

Su historia parece más propia de la leyenda que de la historia griega. El origen de la anécdota se localiza en una Historia de Sicilia escrita por Timeo de Tauromenio (c. 356 - 260 adC). Cicerón pudo haber leído esta historia en la obra de Diodoro Sículo e hizo uso de ella en su Tusculanae Disputationes V. 61 - 62. 



Damocles fue al parecer un cortesano excesivamente adulador en la corte de Dionisio II, un tirano de Siracusa (Sicilia) del siglo IV adC. Propagó que Dionisio era realmente afortunado al disponer de tan gran poder y riqueza. Dionisio, deseoso de escarmentar al adulador, se ofreció a intercambiarse con él por un día, de forma que pudiera disfrutar de primera mano su suerte. Esa misma tarde se celebró un opíparo banquete donde Damocles gozó siendo servido como un rey. Sólo al final de la comida miró hacia arriba y reparó en la afilada espada que colgaba atada por un único pelo de crin de caballo directamente sobre su cabeza. De súbito se le quitaron completamente las ganas de los apetitosos manjares y las hermosas muchachas, y pidió al tirano abandonar su puesto, diciendo que ya no quería seguir siendo tan afortunado.

La espada de Damocles es una frase acuñada en alusión a este cuento para ejemplificar la inseguridad en que se instalan aquellos que detentan un gran poder, pues no sólo pueden perderlo de golpe,

Siracusa y la necrópolis rocosa de Pantalica fueron declaradas patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2005. De estos dos elementos, la parte que corresponde a Siracusa se concentra en la ciudad antigua, fundada por los corintios como Ortygia o  el Palazzo Beneventano del Bosco





Si recorres esta hermosa ciudad, no podes de dejar de ver Il duomo di Siracusa.
La Catedral fue construida por el obispo Zosimo en el siglo VII sobre el gran Templo de Atenas (siglo V a. C.), en la isla Ortigia. Era un edificio dórico con 6 columnas en los lados cortos y 14 en los largos: éstas fueron incorporadas a los muros en la iglesia actual. La base del edificio griego tenía tres escalones. El interior tenía una nave y dos naves auxiliares. El tejado de la es de época normanda como los mosaicos de los ábsides. La fachada fue reconstruida por Andrea Palma en 1725-1753, con un orden doble de columnas corintias, y estatuas de Ignazio Marabitti.


Todo esto hace mas fascinante la historia de Siracusa, y también su bella ciudad


Fuentes:

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