sábado, 10 de diciembre de 2011

Empédocles de Agrigento, y las cuatros raices o cuatro elementos,


Empédocles de Agrigento, y las cuatros raices o cuatro elementos,


Empédocles de Agrigento (en griego Εμπεδοκλής) (Agrigento, h.495/490 - h.435/430 a. C.), fue un filósofo y político democrático griego. Cuando perdió las elecciones fue desterrado y se dedicó al saber.
El conocimiento moderno de la filosofía de Empédocles se basa en los fragmentos que perduran de sus poemas sobre la naturaleza y la purificación. Afirmaba que todas las cosas están compuestas de cuatro elementos principales: tierra, aire, fuego y agua. Dos fuerzas activas y opuestas, amor y odio, o afinidad y antipatía, actúan sobre estos elementos, combinándolos y separándolos dentro de una variedad infinita de formas. De acuerdo con Empédocles, la realidad es cíclica. Al comenzar un ciclo, los cuatro elementos se encuentran unidos por el principio del amor. Cuando el odio penetra en el círculo, los elementos empiezan a separarse. El amor funde todas las cosas; entonces el odio reemprende el proceso. El mundo, tal y como lo conocemos, se halla a medio camino entre la esfera primaria y el estado de total dispersión de los elementos. Creía también que no es posible que ningún cambio conlleve la creación de nueva materia; sólo puede ocurrir un cambio en las combinaciones de los cuatro elementos ya existentes. Asimismo formuló una primitiva teoría de la evolución en la que declaraba que las personas y los animales evolucionaban a partir de formas precedentes.

Postuló la teoría de las cuatro raíces, a las que Aristóteles más tarde llamó elementos, juntando el agua de Tales de Mileto, el fuego de Heráclito, el aire de Anaxímenes y la tierra de Jenófanes las cuales se mezclan en los distintos entes sobre la Tierra. Estas raíces están sometidas a dos fuerzas, que pretenden explicar el movimiento (generación y corrupción) en el mundo: el Amor, que las une, y el Odio, que las separa. Estamos, por tanto, en la actualidad, en un equilibrio. Esta teoría explica el cambio y a la vez la permanencia de los seres del mundo. El hombre es también un compuesto de los cuatro elementos. La salud consiste en cierto equilibrio entre ellos. El conocimiento es posible porque lo semejante conoce lo semejante: por el fuego que hay en nosotros conocemos el fuego exterior, y así los demás elementos. La sede del conocimiento sería la sangre, porque en ella se mezclan de modo adecuado los cuatro elementos de la naturaleza. Posteriormente Demócrito postularía que estos elementos están hechos de átomos.
Sostiene una curiosa teoría sobre la evolución orgánica por su teoría de las raíces. Suponía que en un principio habría numerosas partes de hombres y animales distribuidas por azar: piernas, ojos, etc. Se formarían combinaciones aleatorias por atracción o Amor, dando lugar a criaturas aberrantes e inviables que no habrían sobrevivido:
Muchas especies de criaturas vivas tienen que haber sido incapaces de propagar su linaje, ya que en cada una de las especies hoy día existentes o la industria o el valor o la velocidad ha protegido desde el principio su existencia, conservándola. (Empédocles citado por Stephen F. Mason, Historia de las ciencias)

Aristóteles le atribuye un experimento para demostrar la presión del aire como sustancia independiente usando una clepsidra. También descubrió la fuerza centrífuga y el sexo de las plantas.
En astronomía identificó correctamente que la luz de la Luna no era luz propia sino reflejada, y creía lo mismo del Sol (Russell, 1946: p.61). También consideró que la Tierra era una esfera aunque esto parece estar más relacionado con su cosmología según la cual esta esfera -representante del mundo material- se llenaba y vaciaba de amor o lucha (ibídem).
Una leyenda afirma que murió lanzándose al Etna para tener un final digno de su divinidad, aunque parece más probable que muriese en el Peloponeso.
Escribió los poemas De la naturaleza (Peri physeos) y Las purificaciones, de los cuales se conservan fragmentos. Estudios de finales del siglo XX llevan a suponer que las dos obras fueron originalmente una única obra. Fuentes verificables afirman que Empédocles fue un filosofo de gran envergadura también entre los egipcios.



Empédocles será uno de los humanistas más importantes de la antigüedad. Su interés por la filosofía, la física o la poesía le llevaron a gozar de la estima de la mayoría de los estadistas de su tiempo, que le solicitaron ayuda en algunas ocasiones. Su habilidad retórica será muy estimada, viajando por la mayoría de las ciudades griegas exponiendo sus planteamientos. Para Empédocles existen cuatro principios fundamentales: agua, aire, fuego y tierra. Dos fuerzas contrarias y eternas son las responsables de la unión o la separación de los elementos: el Amor y el Odio. Gracias al Amor se tiende a la unidad mientras que el Odio generaría la acción contraria. El nacimiento y la muerte no existen ya que son los objetos los que surgen o acaban; los elementos primarios son eternos

El mundo tal como nosotros lo conocemos está a medio camino entre la realidad primitiva, fase en la que predomina el Amor, a y la fase de total separación de los elementos en la que predomina el Odio.
"Estos elementos nunca cesan su continuo cambio. En ocasiones se unen bajo la influencia del Amor y de este modo todo deviene lo Uno. Otras veces se disgregan por la fuerza hostil del Odio y tienen una vida inestable".
"Este mismo combate de fuerzas se ve claramente en la masa de los miembros de los mortales. A veces por efecto del Amor todos los miembros que el cuerpo posee se reúnen en unidad en la cima de la vida floreciente Pero otras veces, separados por el Odio cruel vagan por su lado a través de los escollos del mar de la existencia". (Fr. 17 y 20)

Sobre estas bases Empédocles dedicó gran interés a la observación de la naturaleza (botánica, zoología y fisiología), y expuso originales concepciones sobre la evolución de los organismos vivos, la circulación de la sangre, y la sede del pensamiento en el corazón, tesis acogida durante mucho tiempo por la medicina. Esta doctrina de la evolución y transformación de todos los seres le da pie para la teoría de la metempsícosis: por ley necesaria los seres expían sus delitos a través de una serie de reencarnaciones. "Yo he sido ya, anteriormente, muchacho y muchacha, arbusto, pájaro y pez habitante del mar". Solamente los hombres que logren purificarse podrán escapar por completo del círculo de los nacimientos y volver a morar entre los dioses.

Su muerte es un misterio,  ya que hay varias leyenda sobre como murio,

Sobre su muerte se cuentan varias anécdotas, siendo una de las más conocidas la de su desaparición arrojándose a las entrañas del Etna, ("Hipoboto asegura que cuando se levantó se encaminó al Etna, y que habiendo llegado, se arrojó al volcán y desapareció, queriendo dejar fama de sí de haber sido hecho dios; pero después fue descubierto, arrojando fuera la fuerza de las llamas una de sus sandalias, que eran de bronce, de cuyo metal solía llevar el calzado.") O la de haberse arrojado al fuego tras realizar una curación milagrosa habiendo sido adorado por sus conciudadanos recogidas ambas por Diógenes Laercio:
"... habiendo acometido a los selinuncios un contagio de peste por el hecho de un río cercano corrompido, de modo que no sólo morían, sino que también se les dificultaban los partos a las mujeres, discurrió Empédocles conducir a él a costa suya dos de los ríos más inmediatos, con cuya mezcla se endulzaron las aguas. Cesada la peste, y hallándose los selinuncios celebrando un banquete a las orillas del río, apareció allí Empédocles; y ellos, levantándose, lo adoraron como un dios y le ofrecieron sus votos. Así, queriendo confirmar esta opinión, se arrojó al fuego. Pero Timeo contradice esto, diciendo abiertamente cómo Empédocles se retiró al Peloponeso y ya no volvió; por cuya razón es incierta su muerte."
Cual de las dos historia será verdad, se conoce tan poco de el, todo quedara siendo un mito, 


Fuentes:

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